Reconocimiento de las manifestaciones de enfermedades
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su parte proximal ósea) y hacia el cráneo se continúan con dos
conductos conocidos como fosas nasales que se separan entre sí
por el tabique nasal. En su interior se encuentra una serie de dilata-
ciones y repliegues óseos denominados cornetes donde se crean
turbulencias que permiten que el aire inspirado pueda ser calenta-
do, humidificado y purificado de partículas de polvo. También posee
vellosidades y un epitelio ciliar que sirve para atrapar las partículas
en suspensión del aire que ingresa.
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Orofaringe:
incluye la cavidad bucal (a diferencia de la mucosa
nasal, su mucosa no calienta ni humedece aire) y suele ser la salida
natural del aire exhalado, ya que genera menos resistencias; se
continua con la faringe, la cual se limita por delante con final de
boca y parte posterior de conducto nasal y por detrás con laringe y
esófago. En ella desembocan las trompas de Eustaquio y contiene
las amígdalas faríngeas y las amígdalas tubáricas
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Laringe
(Figura 2): constituido por una armazón de cartílagos arti-
culados entre sí, unidos por músculos y membrana. Los principa-
les cartílagos son: tiroides, cricoides, epiglotis y aritenoides. En
ellos se insertan las cuerdas vocales las cuales con el paso del
aire vibran y dan lugar a la fonación. Las cuerdas vocales, junto
con otros repliegues mucosos conforman la glotis. Para impedir
que alimento u otros cuerpos extraños penetren en la vía aérea,
la epiglotis, que es otro de los cartílagos laríngeos, con forma de
lengüeta, cae sobre la glotis cuando tragamos, favoreciendo el
paso del alimento hacia esófago y protegiendo la entrada de la vía
respiratoria de los cuerpos extraños.
Figura 1.
Vía respiratoria superior.
Orificio faríngeo de la trompa auditiva
(de Eustaquio)
Amígdala faríngea (adenoides)
Nasofaringe
Úvula
Amígdala palatina
Orofaringe
Epiglotis
Laringofaringe
Esófago
Tráquea
Cuerdas vocales
Amígdala lingual
Hueso hioides
Paladar blando
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