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FISIOPATOLOGÍA GENERAL
1.2.
Bases moleculares del cáncer
En el adulto normal, el número de células que se produce es igual al
número de células que muere, si el número de células que se produce
excede al número de células que muere en un periodo determinado de
tiempo, existe
crecimiento.
El cáncer se define entonces como una
enfermedad asociada a alteraciones en los mecanismos que controlan
el crecimiento y la proliferación celular.
Una única
mutación
no es suficiente para convertir una célula sana
típica en una célula cancerosa que prolifere sin restricciones. Existen
evidencias que indican que, en realidad, la génesis de un cáncer requie-
re que se produzcan, en la misma célula, varias mutaciones indepen-
dientes, y estas incrementan su incidencia abruptamente con la edad.
Los cánceres evolucionan mediante etapas lentas, a partir de células
alteradas benignas. Para los cánceres que tienen una causa externa
identificable, casi siempre existe un intervalo largo de tiempo entre los
sucesos causales y el inicio de la enfermedad; por ejemplo, la inciden-
cia de cáncer de pulmón no empieza a aumentar abruptamente hasta
después de 10 o 20 años de fumar con intensidad, y la incidencia de
leucemias en Hiroshima y Nagasaki no aumentó marcadamente hasta
unos 5 años después la explosión de las bombas atómicas y no alcanzó
su máximo hasta transcurridos 8 años.
El cáncer, entonces, suele ser el resultado de mutaciones que aparecen en
el curso de la vida durante una exposición a distintos tipos de
carcinóge-
nos
(factores promovedores de cáncer), que incluyen una compleja inte-
racción entre factores ambientales (exógenos) y genéticos (endógenos).
Los
protooncogenes
son genes cuyas proteínas regulan el crecimiento y
la división celular. Sus proteínas se expresan en diferentes momentos del
ciclo y su función es esencial para la regulación del ciclo celular (Figura 1).
De ellos depende el desarrollo embrionario, la cicatrización de las heridas
y la reposición de las células que normalmente envejecen y mueren. A
las versiones dañadas o mutadas de estos protooncogenes se les conoce
como
oncogenes.
Los oncogenes aceleran la división y crecimiento de
las células, por un aumento en su función. Estos oncogenes originarán
proteínas con su función alterada que favorecerán el crecimiento tumoral.
Hay cuatro tipos de mutaciones mediante los que un protooncogén se
puede transformar a oncogén:
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Translocación:
desplazamiento de un segmento de un cromoso-
ma a un nuevo lugar en el mismo cromosoma. El resultado es un
cromosoma híbrido, detectable en el cariotipo. Esto da lugar a una
alteración en la transcripción (se transfiere la información contenida
en la secuencia del ADN).
La génesis de
un cáncer requiere
que se produzcan
en la misma célula
varias mutaciones
independientes, y
estas incrementan
su incidencia
abruptamente con la
edad.