Introducción
Son pocos años los que han pasado desde que se comenzaran a utilizar los implantes
dentales. Desde que este nuevo sistema de rehabilitación protésica entró en nuestra
profesión, hemos tenido que ir “inventando” diseños que pudieran devolver al pacien-
te su funcionalidad y estética dental con los aditamentos que nos ofrecían las casas
de implantes. Al principio había implantes que ni siquiera tenían un sistema antirrota-
torio y el abanico de aditamentos los primeros años era muy escaso; el éxito de estas
prótesis radicaba en buena medida en la capacidad creativa del protésico dental. A
lo largo de este tiempo los implantes y sus posibilidades han ido evolucionando muy
rápidamente y hoy en día contamos con una cantidad de pilares y calcinables muy su-
perior que nos permiten realizar trabajos mucho más precisos y menos complicados
en su diseño.
También ha progresado favorablemente la colocación de implantes; antes dependía fun-
damentalmente del hueso con que contaran. Hoy en día, sin embargo, los cirujanos
cuentan con la posibilidad de generar hueso allí donde falta antes de la colocación de los
implantes para que estos puedan posicionarse en la situación requerida para la prótesis;
se hacen estudios previos, férulas quirúrgicas, diseños computarizados, etc.
Los implantes son también una magnífica solución para pacientes que, por un trau-
matismo o por un cáncer, pierden parte o todo un maxilar y que, tras un injerto de
hueso, pueden colocarse y lograr una rehabilitación que les devuelva la funcionalidad
y estética.